Ataques a la mano con apoyos intercalados y plano

Agregaremos someramente otras variantes del juego de ataque a la mano. Poder contar con varias propuestas de ataque, desorientará al adversario; la imprevisibilidad dificulta la lectura de juego.

Por Géo TÉRMICO

Debemos decir al mismo tiempo que las posibilidades de combinación entre diversos tipos de ataque a la mano son considerables, sin contar la fusión de éste con el juego al pie, el que veremos más adelante. Nuestro propósito es ser, en un comienzo, lo más básicos y esquemáticos posible, intercalar forwards en un ataque en profundidad no está excluido.

El ataque en profundidad con el fullback intercalado

ue de uno de sus tres cuartos. Puede, dependiendo de su velocidad de intervención, venir a reclamar el balón entre el apertura y el primer centro, entre los dos centros, o aún entre el segundo centro y el wing. Se le puede encontrar en posición de desborde, en término de acción. Si es que su posicionamiento al comienzo de la acción le deja el tiempo necesario para venir a ubicarse en ese lugar, lo que no siempre. Viniendo a ubicarse en el ataque clásico en profundidad, el fullback produce el sobre número y  facilita así el desmarqe es el caso.

Lanzado por el lado ciego, el ataque con fullback intercalado también es una opción muy utilizada. El fullback pide la pelota por el ciego. Es escuchado por el medio scrum que va a transmitirle el balón mediante un pase en 180°. Si la defensa adversa está en posición clásica, sólo el wing derecho estará para oponerse al ataque efectuado conjuntamente por el fullback y el wing izquierdo. En un dos contra uno, la penetración puede resultar exitosa.

Ataque en profundidad con apoyo del wing ciego

Bloqueado y mantenido en el lado ciego para un posible lanzamiento de juego por ese lado y sobretodo de manera defensiva para hacer frente a un contragolpe bordeando la línea de touch, el wing ciego está ausente del ataque clásico en profundidad. Es por ello que, luego de partir tras sus backs, podrá también él venir a aportar el sobre número necesario intercalándose en la línea de ataque, sea como último receptor desbordando, sea viniendo a ubicarse lo más cerca, al comienzo de la acción, como relevo del medio scrum.

Hay que señalar que este movimiento impone un derroche de esfuerzo importante y exige una reubicación inmediata en caso de ataque fallido y de recuperación adversa, ya que el lado ciego ha quedado sin cobertura.

Ataque plano

Se puede recurrir a él por obligación, en su propia mitad de cancha, cuando nos encontramos faltos de espacio para ubicar correctamente la línea en pos de un ataque en profundidad. Podemos deliberadamente optar por él, en vez de un ataque en profundidad.

En un ataque plano por el abierto (derecho por ejemplo), el apertura, los centros y el wing derecho deben ubicarse muy cerca los unos con respecto a los otros a nivel de línea. Lo que hace que el ataque se desarrolle en un espacio que exige un menor ancho y muy poca profundidad, de ahí el nombre de ataque plano. Cuando pasa de mano en mano, el balón ya no circula en profundidad con jugadores que llegan lanzados a recuperarlo, sino más bien en una diagonal de ángulo muy reducido con respecto a la línea de ventaja.

Si tenemos enfrente a una defensa desequilibrada, conviene actuar rápido. Lanzar un ataque en profundidad, sería darle el tiempo suficiente a los defensores para reubicarse antes de que el balón llegue a de nuevo a la línea de ventaja. Bajo la amenaza de un ataque plano la defensa no tiene el tiempo de reubicarse. El ataque plano, que opera con pases cortos y cercanos, permite perforar rápidamente la defensa y vulnerarla de esa forma.

Pero si procura una ganancia territorial y de tiempo inmediata, el ataque plano tiene igualmente algunos inconvenientes. Planos, los jugadores ya no entran lanzados y más bien evolucionan casi en un mismo nivel. La acción pierde en rapidez. Además, como los jugadores juegan cerca de la línea de ventaja, se encuentran mucho más rápidamente con la subida de los defensores adversos los que, por su pressing, imponen una circulación viva  del balón en el seno de la línea de ataque. Lo que tiende a aumentar el riesgo de precipitación en el desarrollo de la ofensiva y, más peligroso aún, favorece la intercepción.

Fuente: Notas de Rugby