Y siguiendo con el juego de ataque a la mano abordaremos la percusión, los ataques cruzados o tijeras y la penetración. Balón en mano las posibilidades de ataque se abren, la toma de decisión del portador del balón ciertamente fundamental, podrá ser corazonada, oportuna lectura de juego o ambas.
Por Géo TÉRMICO
Pero el trabajo en el entrenamiento es esencial, ya que si bien es cierto en el desarrollo de la variante elegida hay mucho lugar a la improvisación, es necesario establecerla sobre una pauta.
La percusión
Si contamos con un pack dominador, podemos elegir proceder vía percusión para franquear la línea de ventaja y así ganar terreno. Es una manera de asentar nuestra superioridad física. Y se desarrolla principalmente bordeando las fases de las formaciones móviles, ahí donde el espacio libre es reducido. La densidad de jugadores por metro cuadrado es grande y disponemos de muy poco espacio. Ligada a la penetración, la percusión de lado, con el hombro, permite medirse con el adversario, con la esperanza de doblegarlo y romper.
Las tijeras
Tienen la ventaja de cambiar la orientación de la peripecia del juego. Pueden realizarse por ejemplo con un pase del apertura (que parte corriendo en diagonal) hacia su tres cuartos centro el que vendrá a orientar su carrera hacia su espalda del lado interno.
Este tipo de pase permite la elaboración de numerosas combinaciones.
La penetración
Un jugador logra filtrarse mediante una acción personal, puede sorprender a un equipo que espera el desarrollo de un ataque que desborde. Puede comenzar por un simple amago de pase del medio scrum a su apertura.
Pero la penetración es aún más eficaz cuando es apoyada, ya que entonces puede encontrar un relevo, una vez franqueadas las primeras cortinas defensivas.
Fuente: Notas de Rugby