ASOCIACION REGIONAL de RUGBY – VALPARAISO
El scrum que terminará con la obtención de la pelota por parte de uno de los dos equipos, es la ocasión de un derroche de esfuerzo que no se dosifica. Si los scrums son tan disputados e implican un desborde de energía tan importante, no es por azahar. Un balón, ganado limpiamente en el scrum (como también en el line) es inmediatamente una amenaza potencial para el equipo adverso.
Por Géo TÉRMICO
El scrum es siempre decidido por el árbitro y como consecuencia de una falta, sea por un knock on o forward pass, sea para penalizar a un equipo, o como consecuencia de una “pelota trabada” y por lo tanto un balón muerto y que es inutilizable por ambos equipos.
El scrum reúne a dieciocho jugadores, a saber los dos packs de forwards a los que hay que agregar los dos medio scrums. Hasta hace un pasado no muy lejano, el scrum se formaba de la siguiente manera:
– una primera línea incluyendo a los dos pilares acompañando al hooker de cada lado;
– una segunda línea compuesta de dos hombres;
– una tercera línea que contaba con un tercera línea centro y dos alas.
Desde hace una veintena de años, y por razones de potencia y de táctica, esta formación de 3-2-3 ha sido progresivamente abandonada. Fue reemplazada por un scrum del tipo 3-4-1, los dos alas subiendo una fila viniendo a ubicarse a la altura de los segundas líneas.
En lo que respecta a la composición del scrum, el reglamento de antaño no era muy exigente. Pedía simplemente que una primera línea compuesta de tres jugadores fuera formado y que un mínimo de cinco jugadores por equipo tomase parte del scrum. Nada impedía entonces, en teoría, de presentar un pack compuesto por diez o doce jugadores. Sin embargo en la práctica se llegó a una formación de ocho jugadores de cada lado. La formación 3-4-1 se transformó en una obviedad, presumimos que fue fruto de largas reflexiones tanto tácticas como estratégicas. Señalemos que responde a una mecánica bastante compleja. El scrum, a pesar de la imponente masa que representa (casi una tonelada y media en promedio), no es una máquina pesada a la que nos agregamos en la peripecia del juego. Su organización responde a una necesidad precisa, la obtención de la pelota. Y está sujeta a principios de organización colectiva a los que cada jugador involucrado debe responder en función de su especificidad.
Desde la preparación de los packs hasta la salida de la pelota, pasando por la entrada en el scrum, la introducción del balón, la lucha por la obtención de la pelota, el hookeo y la salida misma del balón, el scrum implica una multitud de fases.
Fuente: Notas de rugby
