Continuando con el tema de los kicks expondremos sobre el drop, sobre las patadas de conversión (penal, try), el rastrón y como llevar el balón a la manera un futbolista.
Por Géo TÉRMICO
Tanto utilizadas en situación de juego y requeridas con balón detenido, son patadas que reclaman un lugar en el entrenamiento de la semana, son kicks que bien realizados aportan puntos o colocan en buena ventaja al equipo que se desprende del balón.
El drop
Es utilizado en múltiples ocasiones como la salida de 22 metros, en caso de reinicio del juego desde el centro de la cancha y cuando hay tentativa de drop-goal. El drop-goal es un drop realizado desde cualquier punto de la cancha y que otorga tres puntos al equipo que lo intenta, si la pelota, pateada de esa forma, logra pasar entre los palos adversos sobre la vara transversal.
La diferencia con el kick de volea reside en que el balón es pateado después de un bote en el piso, en el momento que se eleva. El bote no tiene que perturbar la patada. Es por ello que el balón caerá de las manos en posición oblicua con respecto al piso. De esta manera, no hay riesgo de que de un bote yéndose hacia adelante, si no que contrariamente volverá hacia el pie del pateador en el momento del kick. La patada se efectuará con la zona ubicada bajo el tobillo del pie.
La patada de conversión
Es un kick con el balón puesto en el piso. Tradicionalmente utilizado en tentativas de penal a los palos y después de un try. Existen dos principales escuelas en esta patada. Algunos jugadores prefieren patear con la punta del pie detrás del balón mientras que otros optan por el puntapié del futbolista, llegando sobre el costado de la pelota.
Cualquiera que sea el método empleado, existe una preparación minuciosa. Las primeras precauciones consisten en primero limpiar el balón y estar seguros de que no resbale. Enseguida, es necesario, con la ayuda del talón, hacer una cavidad en el suelo que permitirá recibir la punta del balón, en posición frente a los palos.
Ocurre que la cancha puede estar dura y la tierra no muy maleable. En ese caso, se hará un pequeño montículo de tierra, de arena, de aserrín o, aún mejor, se utilizará un zócalo reglamentario. Si a pesar de todo esto, debido al viento no se puede obtener del balón una estabilidad perfecta, el pateador podrá, como previsto en el reglamento, contar con la ayuda de un compañero. Para ubicar el balón, cada jugador utiliza su propio método. Para las patadas largas o medianamente largas, las opciones varían de un pateador al otro. Algunos ubican el balón “derecho como un huevo” mientras que otros le dan una inclinación hacia adelante. Para las patadas cortas, es más común inclinar el balón levemente hacia el pateador.
La preferencia que da el pateador a la posición de su balón reposa en la toma en consideración de numerosos factores que son la energía de rotación de la pelota, como ésta toma el viento y la manera como la pelota será pateada.
Con la punta del pie
Muy corriente en el pasado, esta técnica de patada ha sido poco a poco abandonada, al mismo tiempo que los zapatos con punta dura han sido reemplazados por zapatos más flexibles y menos adaptados a este tipo de tiro. En una primera fase de preparación, el pateador efectúa sus marcas. Va a poner su futuro pie de golpe justo detrás del balón pero, lo más importante, va a “marcar” su pie de apoyo, aquel que va a determinar su último tranco. Podemos situar este punto de apoyo veinte centímetros detrás del balón. El jugador retrocede enseguida algunos pasos, cuyo número aquí aún varía, pero que se sitúa razonablemente entre tres y siete.
Viene entonces el momento de concentración. El jugador sólo está pendiente del movimiento que va a desarrollar. Se lanza finalmente. Tiene que tener cuidado de entrar al máximo en la carrera de impulso que se ha definido. Desde su primer tranco, el pateador debe conservar la mirada puesta en el balón. Y esto hasta que el balón se haya definitivamente ido en dirección de los palos. La patada se hace con el extremo del pie. En el momento del impacto pie-balón, la pierna está extendida.
A la manera del futbolista
Es la técnica de patada la más utilizada hoy en día.
Si la fase de preparación del balón sigue siendo la misma, la determinación de la marca, ella, sufre algunas modificaciones. La ubicación de la pierna de apoyo estará al mismo nivel que la pelota, con el objeto de mantener en el movimiento su equilibrio perfecto. Después de haber retrocedido algunos pasos, el pateador se desplaza con algunos hacia el lado (dos a tres) para atacar el balón desde un costado. El interés aquí reside en abrir el ángulo de golpe. En el momento de la patada, la pierna del kick acompaña el gesto y el despegue del balón. Comparado con el primer método, la patada del futbolista permite aumentar la superficie de contacto entre el balón y el pie en el momento del impacto. El control del balón es mejor y el tiro más preciso.
Otras patadas
Patadas utilizadas en el juego general y que bien utilizadas permiten dar continuidad a un avance.
El rastrón
Es utilizado en fase ofensiva, principalmente cuando el atacante sabe que no llegará a sortear victoriosamente los defensores ubicados frente a él. Se puede usar también para intentar de lograr poner una pelota en un touch próximo o para abrir el juego a un compañero situado a proximidad nuestra. Es una patada, de drop o volea, generalmente corto y jugado con mucha finura.
La patada se hace, según elección, justo antes o después que la pelota a tocado el suelo. El balón es pateado con la zona inferior al tobillo, o incluso con el lado externo del pie. Después del impacto con el balón, la pierna retiene su acción y no acompaña el movimiento, lo que permite al balón conservar su dirección de base.
En dribbling
Consiste en impulsar la pelota en el piso hacia adelante, a la manera de un futbolista, utilizando los pies. Hace un siglo, el método de dribbling, como se decía entonces, era considerado como la manera la más radical de hacer progresar el balón. Hoy en día, ha prácticamente desaparecido del juego. Se le utiliza aún a veces en ataque, individual o colectivamente por falta de tiempo. Y el tercera línea centro lo utiliza, él, para conservar el balón en el scrum cuando el empuje de su pack lo podría llevar hasta el in goal adverso.
Para driblear de la mejor manera con un balón con botes tan imprevisibles, podemos maniobrar sea por pequeños toques, sea con largos puntapiés. Por pequeños toques dados con el interior del pie, mantenemos el balón entre las piernas y conservamos más fácilmente su control. Es esta técnica que emplea el tercera línea centro.
Por el contrario, cuando en una carrera el atacante es amenazado por la presencia cercana de un adversario y no dispone del tiempo necesario para apropiarse del balón que se encuentra en el piso delante de él, el balón debe ser pateado con bastante fuerza para ser enviado lejos hacia adelante. Así, el atacante, liberado provisoriamente de la posesión de la pelota, dispone de un nuevo espacio para llevarse en velocidad a su adversario en carrera pura.
La recuperación de la pelota se hará más adelante en el juego.
Fuente: Notas de rugby