En las fases de maul y ruck, el objetivo buscado es simple. Progresar para desplazar lo más lejos posible la línea de ventaja, además de ello también movilizar en torno a esas fases el mayor número de jugadores adversos.
Por Géo TÉRMICO
Y aún más terceras líneas y backs. Ya que son ellos que están llamados a formar la segunda y tercera cortina defensiva tan difícil de franquear. Involucrados en los agrupados, ya no estarán para oponerse al despliegue del ataque una vez que el balón habrá salido.
Una vez más, hay que insistir sobre la importancia del apoyo, capital si se desea provocar un agrupado.
La intuición personal no es suficiente en estos casos. Si un jugador decide iniciar una acción con el objeto de provocar una situación de juego agrupado, debe estar seguro de contar detrás de él con todo su pack y de no alejarse con una carrera que lo lleve demasiado lejos y de forma aislada y que se traducirá sea en un agrupado improductivo y con un scrum con introducción adversa, sea con la pérdida directa del balón.
Jamás efectuar el metro que está de más y jamás aislarse del apoyo. Tampoco es necesario involucrar jugadores en exceso. Timing, coordinación y comunicación, aspectos a trabajar en los entrenamientos cuando este sector de juego deba ser abordado.
Un ejemplo de maul
El jugador del equipo negro, cogido por el adversario, se vuelve en sentido contrario al juego y espera el apoyo de sus adversarios (1). estos vendrán para permitir la transmisión del balón y garantizar la solidez del agrupado fijándose unos con otros en arco de círculo con respecto al portador del balón. Si es necesario, una segunda cortina de protección vendrá agregarse a la primera. Permitirá alejar aún más la pelota de la defensa adversa y favorecer una recuperación clara del balón por parte del medio scrum. o aún continuar progresando con un rulo.
Fuente: Notas de Rugby