El tackle y el hand off

Siguiendo con el plan de destrezas que nos hemos propuesto, abordaremos el tackle y el hand off. En lo individual el tackle es el arma defensiva número uno y que todo jugador debe dominar de manera correcta. El antídoto al tackle será el hand off.

Por Géo TÉRMICO

Si existen diversas formas de realizar el tackle, el objetivo buscado será siempre el mismo: inmovilizar al jugador para forzarlo a desprenderse de la pelota, favoreciendo de esa forma sea un agrupamiento, sea la obtención inmediata del balón para su equipo. En la realización de la mayor parte de las fases del juego, se aconseja siempre de no quitarle los ojos a la pelota. Aquí, no ocurre así. Toda la atención debe estar puesta esta vez en la trayectoria de la carrera del adversario y en especial el ojo puesto en la pelvis de la futura presa, que es el lugar donde el jugador va a concentrar su ataque.

El suceso del tackle va acompañado de una buena posición de las manos. Es importante, una vez el jugador apresado, de no soltarlo ni dejar que se deslice entre sus brazos. Para evitar tal inconveniente, deberemos ejercer una presión constante durante todo el movimiento.

La técnica del tackle no se aprende en un día. La anticipación, la ubicación, la caída, son gestos que deben repetirse numerosas veces en el entrenamiento.

El tackle de costado

El defensor elige el momento que estima ideal para arrojarse sobre su adversario. Lanza sus brazos alrededor de la cintura o de los muslos ubicando su cabeza detrás de la espalda del atacante, bloqueando de esa forma la carrera de éste. El defensor debe enseguida persistir en su toma y abrazar los muslos del portador de la pelota llegando incluso a deslizarse hasta los tobillos donde, por una nueva presión ejercida, logrará hacer caer al adversario, en ese momento privado de potencia y de sostén sobre sus pies.

El tackle frontal

Es más complejo en su realización. Exigirá mayor compromiso físico, el punto de convergencia de las fuerzas que finalizan  en un contacto “defensor-atacante” frontal.

Debido a que el defensor está a la espera en relación al jugador de ataque, su velocidad de carrera es en la mayoría de los casos inferior a la del atacante que avanza. En ningún caso el defensor debe devolverse y luego tratar de detener al atacante. Debe encararlo, ir al contacto.

En el momento de la percusión entre ambos hombres, la relación de fuerzas será a favor del atacante. Aquí lo importante para el defensor es inmovilizar al atacante. Poco importa, en último caso, que éste lo obligue ir al piso hacia atrás. El único objetivo para el defensor es terminar como vencedor del duelo una vez finalizado el movimiento.

Frente al adversario que viene a percutirnos, debemos adoptar una buena posición sobre el piso. Para ello, es necesario separar bien las piernas para pegarse correctamente al suelo y bajar de esta forma al máximo su centro de gravedad. Luego debemos separar los brazos, para presentar un escudo importante, curvando al mismo tiempo el tronco para preparar el movimiento. Una vez en contacto con el atacante, debemos cogerlo a la altura de los muslos, apretándolo con los brazos. Ojo con colocar la cabeza sobre una cadera para protegerse de cualquier golpe desafortunado. No nos queda más que mantener esta posición hasta la volteada hacia atrás, el atacante pasará por encima de nosotros.

Este tipo de tackle presenta sin embargo un problema cuando el contacto se realiza cerca de la línea de goal. Efectivamente, al llevar al defensor hacia atrás, el atacante continúa su progresión de un buen metro, lo suficiente para poder marcar el try.

Con el objeto de evitarlo, es conveniente aplicar un tackle más estricto. Basado en la misma posición de los pies sobre el piso, siempre igual de sólidos. Pero por otro lado, no es necesario en este caso presentarse en una posición demasiado baja y flectada frente al atacante. Precisamente, para evitar la volteada hacia atrás. En una posición un poco más derecha en el momento del contacto, el defensor debe buscar una percusión más seca. No debe ceder terreno.

El contacto se hará siempre a la altura de los muslos, el hombro percutiendo el costado.

El fin buscado es ahora levantar al adversario. Lo lograremos al dar un fuerte empuje sobre las piernas y cuidando de permanecer en una posición ligeramente inclinada hacia adelante para no ser llevado en sentido opuesto, debido a la relación velocidad-peso del adversario. Levantar a este último a la altura de los muslos y enviarlo luego delante de uno, pegando nuestro cuerpo al suyo para mejor amortiguar la caída. El in goal quedará a salvo.

El tackle desde atrás

Consideremos en este caso que el defensor va atrasado con relación al atacante y por lo tanto lo persigue, será imposible de llegar completamente a su lado, para efectuar un tackle con el hombro a la altura de la cadera. Esto tomaría mucho tiempo, dejando demasiado campo libre al atacante. El defensor va a actuar de otra manera. Luego de haberse aproximado lo que más pueda al atacante, se lanzará al máximo hacia adelante, empujando sobre sus piernas e intentando poder abrazar al atacante a la altura de sus riñones. Enseguida, una vez el cuerpo bien cogido, solo le queda mantener la toma, dejándose deslizar por el cuerpo del atacante hasta sus muslos. Las piernas trabadas, el atacante no puede ya más progresar. Cae.

El defensor deberá cuidarse de  bien anticipar esta caída efectuando un movimiento de rotación sobre el costado, lo que le evitará entrar en contacto con los talones del jugador tackleado.

El tackle francés

Es el tackle por detrás en último recurso. Se realiza golpeando con una mano el pie despegado del suelo del adversario para desequilibrar a éste en su carrera y hacerlo caer.

El hand off

El hand off es un gesto de respuesta a un ataque defensivo. Permite al jugador ofensivo, el que está en posesión del balón, evitar un tackle de costado. Para estar bien protegido, el balón debe ser llevado del lado opuesto del defensor, véase lo más lejos posible de este último. En el momento de la carga, el atacante extiende su mano libre, abierta, y va a ubicarla sobre el defensor para incomodarlo e impedirle intervenir correctamente. La mano podrá ponerse sobre el hombro o aún sobre la cabeza del adversario, pero en ningún caso sobre su cara.

Fuente: Notas de Rugby