ASOCIACION REGIONAL de RUGBY – VALPARAISO
En el plan de destrezas individuales publicado hace algunas semanas y específicamente en el juego a la mano, considerábamos el cómo llevar el balón. Pareciera algo simple a primera vista, pasamos a revisar dicho aspecto.
Por Géo TÉRMICO
Llevando el balón nunca hay que apretarlo, ya que esto tiene como consecuencia directa una contracción de los brazos que es trasmitida a los hombros o a las manos e incómoda considerablemente al jugador en su accionar. No hay que aferrarse a la pelota, simplemente hay que llevarla.
Básicamente hay dos maneras de llevar el balón. Éstas varían de acuerdo a la fase de juego a la cual el jugador se encuentra confrontado.
Llevando el balón con dos manos
Debemos posicionar el balón levemente delante de uno, la punta hacia adelante. Los dedos deben estar bien separados. Los pulgares acercándose el uno del otro sobre el balón mientras que debajo de la pelota son los dedos meñiques los que tratan de encontrarse. En esta posición la pelota es controlada en varios puntos. Desde este llevar con dos manos y que ofrece una libertad de movimiento, parte una gran variedad de posibilidades de juego.
Podemos, según nuestra elección, avanzar con la pelota, realizar un pase, simularlo, efectuar un hand off frente a un defensor protegiendo el balón contra el pecho con la mano no empleada en ello o además, soltar el balón hacia delante para patearlo.
Llevando el balón con una mano
El jugador lleva la pelota con una mano cuando se encuentra en tal situación que buscará optimizar su velocidad. No tiene otra idea entre cejas: correr solo con el balón lo más rápido posible hacia el in goal adverso. Tomar el balón de esta forma, al no contrariar el balanceo de los brazos, responde a tal finalidad. Una punta del balón encajada en el pliegue del codo, la pelota reposa en el antebrazo que le da un máximo de base. El pulgar bien separado de los otros dedos, asegurando el balón en varios puntos.
Fuente: Notas de Rugby, Tata Navarro
